Tiene un montón de versiones. La versión original, de Edith Piaf, mola. Pero me quedo con la de Louis Armstrong, que además está en inglés ( 10 años estudiando francés para que lo tenga totalmente olvidado...)
El sonido de su trompeta y su voz tan característica hacen que siempre se me ponga la piel de gallina al escucharla.
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